Perder el miedo en las alturas.

Volemos lejos. Lejos, lejos, Muy lejos, donde las nubes se trasparenten, donde no halla luna, donde las estrellas titilen -cerca del rostro- y calienten las heridas. Volemos lejos. Lejos, lejos, muy lejos, a la vera del amanecer, donde los sueños habitan, donde la noche alumbra, donde las sombras son amigas. Volemos lejos, donde los pájaros seas solo manchas negras distorsionadas, donde la música no se oiga, donde no halla oxigeno y tengamos que respirar a base de besos.